jueves, 20 de noviembre de 2014

AGRESIONES ENTRE NIÑOS


Hoy me he enterado de varios chicos que están sufriendo o han sufrido en el pasado reciente de parte de sus compañeros de aula indiferencia o que han sido o están siendo “dejados de lado” por sus pares, en el colegio donde va mi hija. Y en muchos de esos casos esos niños están sufriendo. Y mucho.
Me han contado que se han armado grupos, "clubs" le llaman en contra de tal o cual ( tal y cual son chicos y chicas, hijos e hijas nuestros). Parece que para unos los otros son menos piolas, parece que para otras, las unas son menos lindas. Vaya uno a saber….
Algunos padres me han contado, otros me han preguntado si sabía algo. Mi hija tiene fama de observadora y siempre me ha puesto al tanto de lo que pasa a su alrededor. No sé que querrán hacer esos padres, no soy quien para decirle a nadie lo que tiene que hacer respecto de sus hijos. Lo que sí se es lo que haría con los míos. Y no permitiría que el silencio fuera la solución. No permitiría que la hipocresía fuera mi aliada, no permitiría que mi hijo o mi hija sufriera un minuto, uno solo. El acoso escolar es maltrato físico pero también psicológico. El intentar marginar a un niño del grupo es tan terrible como golpearlo. Hacer que nadie le hable o que no pueda compartir juegos o conversaciones mella su autoestima y le provoca un malestar diario incompatible con el que necesita para crecer con alegría y dignidad.
Les pido a todos que reflexionemos y hablemos con nuestros hijos. Lo digo firme y claramente. No podemos, no debemos aceptar un solo niño sufriendo. Los acosados sufren y sus acosadores tienen nombre. Los acosadores son niños y supongo que también algo pasa en su entorno para hacer sentir mal alguien y no reconocerse en él. Creo que hay que poner manos a la obra ya mismo, creo que ahora es el momento de preguntarle a nuestro hijo , a nuestra hija cómo se siente en el Colegio y guiarlo para que deje de sufrir o deje de hacer sufrir a otro, a su par, a su semejante. Creo que no es tema para dar la espalda, no es tema para dar vuelta la cara.
Las respuestas están en las casas de todos nosotros, y sobre todo en nuestros corazones.
No deleguemos en las instituciones lo que nosotros no queremos ver o solucionar.

Es nuestro desafío como padres primero y antes que nada.

Autor: Eduarda Bergalli

dp

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