viernes, 17 de noviembre de 2006

LOS CRÍMENES QUE NO CONOCEMOS: HOLODOMOR

A partir de la Segunda Guerra Mundial el llamado mundo Occidental carga con una tremenda responsabilidad: el haber callado y ocultado los atroces crímenes contra la humanidad perpetrados por la Unión Soviética durante toda su existencia.

Esto no es casual, sino pura conveniencia de intereses políticos, primero por temor al monstruo que crecía desde los años 20 queriendo extenderse al mundo entero y luego desde el momento de la alianza acordada por las potencias en contra del nazismo. De esta forma se blanqueaban las conciencias de muchos que dejaban pasar por alto los crímenes de un aliado, solo por el hecho de serlo, para así poder condenar las aberraciones provocadas por los criminales alemanes. Por ello se dejo de ver lo que ocurría detrás de la Cortina de Hierro.

En estos días se conmemora el genocidio del pueblo ucraniano, víctima de un progrom feroz que dejó un saldo de unos 10 millones de muertos.



Imágen arriba aparecida en diario "The Chicago American Newspaper", 1935

Esto se logró aplicando la colectivización forzada de la producción agrícola-ganadera de Ukrania, para así alimentar a la población rusa, a su vez víctima de fallas en la planificación o distribución de las cosechas en el corrupto e ineficaz sistema comunista. El gobierno de Moscú de ese entonces no aceptó ninguna ayuda económica o humanitaria desde el exterior y negó categóricamente la existencia del Holodomor (hambruna en idioma ucraniano).

Según el conocido científico estadounidense James Mace: "La colectivización forzada fue una tragedia para todo el campesinado soviético, pero para los ukranios fue una tragedia en particular. Tomando en cuenta la casi total destrucción de las elites urbanas, la colectivización representaba su aniquilamiento como organismo social y factor político, quedando relegados a una situación que los alemanes denominan naturfolk ("pueblo primitivo"). El hambre de 1932-1933 se extendió prácticamente a todas las regiones de Ukrania que en aquel entonces era parte integrante de la URSS y se la consideraba como el “Granero de Europa”. No fue un fenómeno natural sino una acción administrativa cínica, ejecutada en forma consciente, como lo atestiguan los documentos de la época. En el país se disponía de suficiente cantidad de trigo, pero este fue vendido al exterior. Por órdenes del Gobierno estaba vedado cualquier comercio en zonas rurales, se prohibió abastecer las aldeas de alimentos, fueron perseguidos y condenados a 10 años de cárcel, inclusive a fusilamiento, a todos aquellos que usaban el trigo para el pago de salarios. Estos hechos están documentados en los archivos oficiales de los organismos del Gobierno de entonces”.

Stalin puede ser tildado por esto solo como el mayor asesino de la historia de la humanidad, pero todos sabemos muy bien hasta donde llegó este loco de poder y psicópata: exterminio masivo de poblaciones descontentas o levantiscas, purgas indiscriminadas contra sus funcionarios de gobierno o miembros de las fuerzas armadas, deportaciones masivas de opositores o poblaciones enteras a los campos de concentración siberianos, que implicaban una casi segura condena a muerte, soldados que morían en campos de batalla por falta de alimentación, frío o carencia de armas, aplastamiento de naciones conquistadas que se atrevían a oponerse a las orugas de los tanques de la muerte, que decían venir en nombre de la liberación, pero solo lo hacían en beneficio de las conquistas territoriales o ideológicas.

Algunos recopiladores de información hablan de más de 20 millones de víctimas de esta máquina demoníaca, cifra mayor incluso que la totalidad de muertos soviéticos en la guerra con el nazismo.

Pero resultó ser que Stalin terminó del bando de los “buenos” peleando contra otro demente como Hitler y por ello fue puesto en el altar de los defensores del mundo occidental. Como este mundo tampoco podía admitir que se había juntado con un psicópata criminal surge, con esto, el ocultamiento de las atrocidades cometidas.

La Embajada de Ukrania en la Argentina, dice en su última declaración sobre el Holodomor: “A juzgar por los informes de la época, enviados por los representantes diplomáticos a sus respectivos países, los Jefes de Estado conocían las condiciones y el alcance de la Hambruna en Ucrania. El Prof. O. Shulhin, Jefe de Gobierno de la efímera República Democrática Ukrania, en la década del 40, exiliado luego en Paris, dirigió una nota a la Liga de las Naciones y a la Cruz Roja Internacional sobre las horrendas consecuencias del hambre allí organizado. Sin embargo, los círculos políticos y empresariales de los países extranjeros observaban, en silencio, el desarrollo de la tragedia o simplemente no la querían ver, engañados por la efectiva propaganda del régimen estalinista.Recién gracias a los esfuerzos de la emigración ukrania fue formada una Comisión del Congreso de los EE.UU., encabezada por el científico James Mace, a cuyas instancias y en 1986, el HOLODOMOR de 1932-33 en Ukrania fue denominado como genocidio”.

“Solo en el año 2003 la 58-a Sesión de la Asamblea General de la ONU, por primera vez en la historia de este organismo internacional, emitió una declaración conjunta de las delegaciones de los estados miembros que designó al Holodomor como una tragedia nacional del pueblo ukranio, declaró los pésames a sus victimas y apeló a todos los estados-miembros de la organización, a sus entidades especializadas, a las organizaciones regionales e internacionales, a los fondos y asociaciones civiles, tributar homenaje a la memoria de todos aquellos que fallecieron en este trágico período de la historia”.

Agrega la declaración de la Embajada Ukrania en la Argentina: “Los Parlamentos de diez países reconocieron a este acto de terror como genocidio contra el pueblo ukranio. Sólo mencionaremos aquí la declaración del homenaje a las víctimas del Holodomor aprobado por el Senado de la República Argentina el 23 de septiembre de 2003; la Resolución del Senado Canadiense del 19 de junio de 2003, apelando a su Gobierno a reconocer el Holodomor en Ukrania y condenando cualquier tipo de intento de ocultamiento de la verdad histórica sobre el hecho de que esta tragedia no fue otra cosa que un genocidio; la Resolución de la Cámara de Representantes del Congreso de los EE.UU., que lleva el Nº 356, del 20 de octubre del año 2003 y también la reciente aprobación de una Resolución permitiendo la construcción, en un predio de la ciudad de Washington, de un monumento a las victimas del Holodomor-genocidio”

En la reunión plenaria de la Asamblea General de la ONU del 15 de septiembre de 2005, el actual Presidente de Ukrania, Víctor Yushchenko, en su alocución a los Jefes de Estado presentes, apeló "en nombre de una Nación que ha perdido 10 millones de personas por el Holodomor-genocidio a conocer toda la verdad sobre los crímenes contra la humanidad y, para así, tener la seguridad que la indiferencia no estimulará a los criminales”.

Con la caída del comunismo no se llegó, al menos por ahora, al esclarecimiento de esta aberración. Rusia se niega a reconocer la hambruna artificial como genocidio y por ello no se logra hacer luz sobre este tiempo oscuro de la humanidad.

Los ukranios esparcidos por el mundo usamos de nuestros limitados medios para hacer conocer la verdadera historia y es por esto que hoy uso esta tribuna que me brinda la web para hacer ver a los interesados una parte oculta del devenir humano.

No quiero atosigarlos con cifras aún más detalladas, ni anécdotas esclarecedoras, solo enunciar en líneas generales un acontecimiento, que debe ser tomado por el conjunto de la sociedad como uno de los hitos más escalofriantes que conoció el hombre.

En la labor que venimos haciendo entre todos veo la posibilidad de la denuncia y se que encontraré también una voz de apoyo, que en definitiva es la forma en que estamos acostumbrados a defender la dignidad del ser humano.

dp